Cómo elegir una carrera que te encante
FASE 1: Conócete a ti mismo
Conocerte te ayudará a saber qué carreras o profesiones son mejor para ti. Suena a tópico, pero la verdad es que tu carácter, tus gustos e intereses son aspectos que uno debe analizar a la hora de escoger una carrera. Algunas cosas que debes tener en cuenta son:
- Tu carácter. ¿Eres una persona abierta o introvertida? ¿Te gusta pensar o hacer? ¿Prefieres trabajar en equipo o a solas? ¿Te gusta estar rodeado de gente o prefieres pasar las horas delante de un ordenador? Conocer tus características personales te permitirá confrontarlas con las alternativas de estudios y profesiones que puedes escoger.
- Tus fortalezas. Analízate desde la perspectiva de una empresa. ¿Cuáles son tus puntos fuertes? Tu habilidad con los números, tu capacidad de expresión… No pienses sólo en tus conocimientos técnicos. Igual de importantes son tus cualidades personales.
- Tus debilidades. Trata de ver qué áreas deberías mejorar y qué aspectos podrían ser una barrera insalvable para una determinada carrera. Por ejemplo, si te mareas sólo al pensar en la sangre, Medicina no sería una buena opción para ti, ¿a qué no?
- Piensa en qué asignaturas eres mejor. Quizás la historia es tu fuerte, o se te da muy bien pintar, o la química es una de tus asignaturas preferidas. Conocer en qué materias eres mejor te dará una pista sobre las carreras que te resultarán más fáciles o en las que podrías destacar.
- Tus asignaturas hueso. Todos tenemos alguna materia donde cojeamos, se nos atraganta o sencillamente no somos tan buenos. Piensa cuál es la razón: ¿su dificultad o el poco entusiasmo que te despierta? Conocer tus debilidades te ayudará a depurar tus opciones. Si las matemáticas se te dan mal, podrías descartar las carreras de ciencias o técnicas.
- Tus intereses y aficiones. Piensa qué es lo que más te atrae, con qué materias disfrutas más o qué te gusta hacer en tu tiempo libre. A veces detrás de una afición hay una posible carrera profesional. Analiza tus hobbies, pueden ser una fuente de inspiración.
- Tus valores. Para ti qué es más importante: ¿ayudar a los demás, tener un trabajo de prestigio, ganar mucho dinero, tener mucho tiempo libre o hacer algo que te gusta? A la hora de elegir una carrera debes analizar cuáles son tus expectativas.
- Tus pasiones. Piensa en los momentos en que te hayas sentido completamente dedicado a lo que estabas haciendo. Todos tenemos actividades a las que nos dedicamos con más energía o más entrega... cuando el mundo entero parece desaparecer y estamos totalmente volcados en lo que estamos haciendo, echar horas y más horas no es un problema. Intenta identificar si hay algún denominador común cuando eso te sucede.
- Piensa cómo sería tu trabajo ideal. Unos no soportan los trabajos dentro de una oficina, otros no aguantan el estrés, algunos prefieren un trabajo en el que no tienen que viajar… Piensa qué tipo de trabajo te gustaría hacer.
- Haz una lista de cada una de los puntos anteriores y puntúa del 1 al 10 tus cualidades, tus gustos, incluso las diferentes asignaturas que tienes ahora en tus estudios. Si por ejemplo, crees que una de tus mejores cualidades es la capacidad de comunicación, ponte un 9 en esta cualidad. Si crees que las matemáticas no son tu fuerte, podrías ponerte un 4. Una vez que tengas un listado donde puntúes diferentes aspectos de tus cualidades, gustos e intereses, podrás buscar más adelante carreras o profesiones donde sean importantes o convenientes los aspectos donde te has dado más nota.
- Apóyate en algún test de evaluación. Hay tests que evalúan tus intereses y tu personalidad y sugieren carreras que podrían encajar bien contigo. Si te sientes un poco perdido respecto a dónde dirigir tu futuro, y te cuesta analizar tus intereses y gustos, pueden ser un recurso muy útil. Habla con tu orientador o investiga en Internet para hacer alguno de estos tests.