HOY SE CELEBRA EL DÍA DEL ÁRBOL


 




Misión Árbol y Conare


En junio de año 2006, durante el programa “Aló, Presidente” 257, en el sector Los Venados del Parque Nacional Waraira Repano, el presidente Hugo Chávez colocó un nogal de Caracas y dio inicio a la Misión Árbol.

La Misión promueve en los habitantes el interés por los bosques, favorecer el equilibrio ecológico y la recuperación de las superficies degradados, con orientación hacia la participación protagónica de la comunidad.

Se trata de la construcción de un nuevo modelo de desarrollo fundamentados en la recuperación, conservación y uso sustentable de los bosques.

El repoblamiento ha permitido la recuperación de grandes extensiones boscosas en el territorio, las cual comienza con jornadas nacionales de recolección de semillas, que desarrollan brigadas ecosocialistas en espacios educativos y comunitarios, inspirados en valores ecosocialistas

Por su parte, Conare fue creada con el fin de intervenir en la recuperación ambiental de los espacios degradados o en proceso de degradación, en función del mejoramiento de la calidad de vida y el equilibrio ecológico de los territorios.

La compañía nacional posee 13 viveros distribuidos en los estados: Mérida, Táchira, Delta Amacuro, Barinas, Trujillo, Cojedes, Aragua, Monagas, Yaracuy, Zulia, Falcón, Lara y Distrito Capital.

Trabaja en el aprovechamiento forestal, participa en el motor productivo nacional, contribuye con el paisajismo, se dedica a la producción de plantas, reforestación, bioingeniería y control fitosanitario.

Conare y la Misión Árbol trabajan para reponer la capa vegetal de los grandes territorios boscosos, colocar especies en los centros urbanos, rescatar las que se encuentren en peligro de extinción, así como recuperar los ejemplares autóctonos e incentivar en los pobladores la conservación y protección de los árboles.





Memoria histórica del Día del Árbol

Desde el 10 de abril de 1905, durante el mandato de Cipriano Castro, se establece que en las escuelas del país debía festejarse el 23 mayo como el Día Nacional del Árbol, en reconocimiento a una especie que proporciona múltiples beneficios a los humanos. En 1909, la fecha fue movida para el 15 de mayo.

Luego, el 29 de mayo de 1948 se decreta que el araguaney, un llamativo ejemplar que pierde sus hojas entre los meses de febrero y abril, para entrar en la etapa de floración con unas nítidas flores amarillas, que lo hacen inevitablemente centro de atención, es declarado Árbol Nacional de Venezuela.

También, como un homenaje al araguaney que adorna todos los paisajes de los campos de la patria, se instituye el 29 de mayo como el Día del Árbol. Sin embargo, por resolución del Ministerio de Educación en 1951, se determina que se debe festejar la Semana del Árbol a partir del Día Nacional del Árbol, que se decidió fuera el último domingo del mes de mayo.

Árboles emblemáticos

Hay árboles que, por su frondosidad y longevidad, se han convertido en emblemáticos, como la Ceiba de San Francisco, que se encuentra en la isla de la avenida Universidad, en el centro de Caracas, frente a la iglesia del mismo nombre y la Asamblea Nacional.

Asimismo, está el Samán de Catuche en las inmediaciones del Panteón Nacional y el Samán de Güere, declarado Monumento Nacional en 1933 y tal vez el más conocido, que se localiza en la avenida Intercomunal Santiago Mariño en el estado Aragua, y en cuya base se han hecho muchos juramentos, como el que realizó Hugo Chávez, un grupo de oficiales y suboficiales para crear el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 en diciembre de 1982.

Al árbol debemos

Con “Al árbol debemos solícito amor…” comienza el coro de las tres estrofas del himno al árbol escrito por Alfredo Pietri y composición musical de Miguel Ángel Granado, en el que se destacan las virtudes de cobijo de los árboles, como fuentes de alimentos y el refugio que se consigue con sus tallos cuando se hacen casas.



Himno al árbol

Coro

Al árbol debemos solícito amor

jamás olvidemos que es obra de Dios. (Bis)

I

El Árbol da sombra, como el cielo fe

con flores alfombras su sólido pie

sus ramas frondosas aquí extenderá

y frutos y rosas a todos dará

II

Él es tan fecundo rico sin igual

que sin el mundo sería un erial

no tendría palacios el hombre ni hogar

ni aves los espacios ni velas el mar

III

Ni santuario digno para la oración

ni el augusto signo de la redención

no existirían flores ni incendio ni unción

ni suaves olores que ofrendar a Dios

Letra: Alfredo Pietri

Música: Miguel Ángel Granado